domingo, 9 de marzo de 2008

ON CONNAÎT LA CHANSON (ejemplo de una película bien hecha)


On connaît la chanson, de Alain Resnais es el ejemplo de una película bien hecha de principio a fin.

Bajo la apariencia de una comedia ligera musical se esconde un escrupuloso tratamiento de la imagen y unos diálogos y situaciones cuidados de forma exquisita, que hacen de ésta una película bien cerrada, no sólo en su totalidad, sino también, en cada una de las secuencias de las que se compone.

Encierra un gran número de situaciones tópicas reforzadas por estribillos de canciones típicas francesas puestas en boca de los protagonistas.

Simón, un agente comercial del sector inmobiliario, está secretamente enamorado de Camille, una estudiante de doctorado que se gana la vida como guía turístico; ésta a su vez, se ha enamorado locamente del jefe de Simón, Marc, una especie de playboy egocéntrico y narcisista que le amarga la vida a su empleado Simón.

Odille, la hermana mayor de Camille, se pone en contacto con Marc para comprar un lujoso apartamento. Claude, marido de Odille, teme que el reencuentro de su mujer con Nicolás, un viejo amigo de ella, haga zozobrar su matrimonio, aunque lo cierto es que Claude tiene una amante.

Nicolás también busca apartamento y Simón se encarga de bus´cárselo. Tal hecho los convierte en compañeros inseparables y confidentes, el uno del otro, de sus temores, anhelos y amores.


Como se puede observar en esta comedia el lío está asegurado, pero lo mejor es el excelente desarrollo del guión.

En definitiva, se trata de una película que merece la pena ver.

1 comentario:

gusito dijo...

¿Tan bien hecha está? Pues habrá que verla. Aprovecharé que tenemos en cartelera una película de Alain Resnais, Asuntos privados en lugares públicos ("Coeurs" es el título original en francés) para hacer un miniciclo del autor de Hiroshima mon amour. Ya te comentaré mi impresión.

Un saludo.